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Niños

Muchos de nuestros niños tienen enfermedades que hace unos años no se conocían y desde muy pequeños. Son enfermedades crónicas, de larga evolución, de origen no explicado y que no tienen tratamiento curativo, sino solo sintomático o paliativo, según la medicina académica oficial. Pero la Medicina Hildegardiana viene en nuestra ayuda al considerar la salud como un todo y sí tiene respuesta a estas nuevas enfermedades infantiles.

Santa Hildegarda describe, a partir de sus visiones, los remedios necesarios para cada enfermedad y en el caso de los niños, los consejos nutricionales, de vida y de salud intestinal imprescindibles hoy día y que son, sorprendentemente por ser de una Santa del siglo XII, una respuesta eficaz y actual a las enfermedades de hoy.

La Pediatría moderna tiende a abarcar toda la patología referente al niño enfermo, pero se da el mismo problema que en la medicina de familia o de adultos: es organicista, los niños acaban referidos a especialistas que no pueden ver la enfermedad como un todo.

La medicina de nuestra Santa nos regala la salud del alma y del cuerpo, porque nos enseña que no se da la última si no se da la primera y nos proporciona los instrumentos que un enfermo necesita para recuperar ambas. En el caso de los niños es más sencillo, aunque a veces hay que tratar también a los padres como parte básica del núcleo familiar.

La medicina de la Santa nos da en nuestros días respuestas médicas a enfermedades pediátricas crónicas oficialmente sin tratamiento curativo: alergias, intolerancias, dermatitis, enfermedades autoinmunes y enfermedades nerviosas crónicas pediátricas, padecimientos genéticos... con un enfoque holístico y respetuoso del niño.

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